Marín dice que hay que recuperar el ritmo prepandemia en áreas como infraestructuras, renovación tecnológica y cobertura de plazas

La portavoz popular de Sanidad destaca como retos el centro de salud de Barbastro y las urgencias del hospital de Calatayud

Marín en el Pleno de las Cortes
Marín en el Pleno de las Cortes

Cree necesario recuperar el plan de renovación tecnológica sanitaria, que concluyó en 2019

Zaragoza, 7 de mayo de 2021.- El Partido Popular urgió hoy al Gobierno de Aragón a recuperar el ritmo asistencial prepandemia en tres áreas concretas: impulso a las obras pendientes en centros de salud y hospitales, la mejora de los medios tecnológicos de diagnóstico y atención, y en tercer lugar recuperar determinadas especialidades sanitarias recortadas en hospitales y centros de salud a través de la contratación de profesionales sanitarios.

Sobre estos tres asuntos interpeló esta mañana la portavoz de Sanidad del Partido Popular en las Cortes de Aragón, Ana Marín, a la consejera responsable de esta área en el Gobierno, consciente de las severas limitaciones y de la fuerte presión de la pandemia sobre el sistema sanitario público pero, al mismo tiempo, con el convencimiento de que la maquinaria asistencial ordinaria debe sobreponerse para que los ciudadanos no pierdan calidad en uno de los servicios básicos.

“Tenemos un importante déficit en infraestructuras sanitarias” señaló Marín, y aunque puso como ejemplo de esas carencias las demoras continuadas en la construcción de obras emblemáticas con los nuevos centros hospitalarios de Teruel y Alcañiz, Marín prefirió centrarse en otras instalaciones como el centro de salud de Barbastro, “obsoleto, con muchas carencias y con auténticas necesidades”, y en el Hospital Ernest Lluch en Calatayud donde los populares vienen reclamando mejoras sustanciales para el área del servicio de Urgencias.

La diputada puso de relieve que la utilización por parte del Gobierno de Aragón de los fondos europeos extraordinarios para pagar determinadas obras que ya debían estar ejecutadas, como la zona de urgencias en el Hospital San Jorge de Huesca o el centro de salud del barrio Jesús en Zaragoza, ha permitido liberar ocho millones del presupuesto ordinario por lo que sugirió a la titular del departamento enfocar ese dinero para agilizar la construcción de otras obras pendientes, “nosotros vemos en esos ocho millones de euros una oportunidad, pero queremos saber qué ve concretamente usted”.

Otra de las preocupaciones la situó Ana Marín en el parón tecnológico tanto en los medios de diagnóstico como de tratamiento que, desde su punto de vista, sufre la sanidad pública aragonesa. Hizo referencia a la conclusión en el año 2019 del plan de renovación tecnológica que no ha tenido continuación, “está abandonado, y con él esa renovación que entendemos necesaria. Tanto es así, tan abandonada está esa inversión tecnológica, fundamental para la correcta atención sanitaria, que ni en el presupuesto de 2020 ni en el de 2021 hay un solo euro de inversión, ni uno solo para renovación tecnológica. Nada. Cero. Y eso nos preocupa”, trasladó a la responsable de la sanidad autonómica.

Como muestra de la situación de dejadez en la que se encuentra la actualización tecnológica en la sanidad pública aragonesa citó la adquisición de equipos de detección de cáncer, fundamentalmente mamógrafos y ecógrafos, con cargo a la aportación de la Fundación Amancio Ortega, mientras que el resto de comunidades autónomas han destinado esas partidas a equipos punteros de tratamiento de la enfermedad, “y ¿sabe por qué?, porque nuestra tecnología de detección está obsoleta, nuestro parque tecnológico está obsoleto, y pese a ello, no hay ni un euro de inversión en los últimos presupuestos”.

El último aspecto resaltado por Ana Marín en su intervención para el que requirió una respuesta urgente del Ejecutivo aragonés fue la carencia de personal médico suficiente en determinados hospitales y centros de salud. “No son capaces de convencer a esos profesionales para que se queden con nosotros. No lo son. Y se van. ¿Y sabe adónde se van? A otras comunidades autónomas donde les ofrecen mejores condiciones laborales, en distintas cuestiones, pero por ejemplo en algo tan sencillo como la duración de sus contratos”.

Relató como algunas regiones ofertan contrataciones de hasta tres años de duración, “nosotros, como mucho, en el mejor de los casos, un año. Y contra eso, no podemos pelear”, y en este punto compartió con el Gobierno la dificultad objetiva de ofrecer una respuesta adecuada pero, de la misma manera, reclamó eludir el conformismo y apeló a la responsabilidad del Ejecutivo para no dejar desatendidos de determinadas especialidades médicas a miles de usuarios, sobre todo del medio rural que es donde con mayor incidencia se producen estas carencias.

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